Una habitación propia, de Virginia Woolf

 

 160 págs. | Alianza Editorial | 10.20 €

"Pero, me diréis, le hemos pedido que nos hable de las mujeres y la novela ¿Qué tiene esto que ver con una habitación propia?. Intentaré explicarme. Cuando me pedisteis que hablara de las mujeres y la novela, me senté a orillas de un río y me puse a pensar que significarían esas palabras."

Una habitación propia es un ensayo, una conferencia pasada al formato escrito que dio Virginia Woolf en su momento en Reino Unido, cuando se le encargó para una universidad inglesa que hablará sobre las mujeres y la escritura. A partir de esa premisa, y dividido en diferentes capítulos, vemos como Woolf hace una introspección y analiza el papel de las escritoras a lo largo de la historia.

¿Por qué no se sabe de las escritoras hasta hace apenas unos años? ¿Cómo conseguían las mujeres escribir novelas si estaban subordinadas a sus maridos? ¿Acaso nos hemos perdido grandes obras de la literatura solo porque a las mujeres, hace medio milenio no se les permitía escribir'? Todas estas preguntas son solo algunas de las cuestiones que Woolf refleja en su ensayo y que hacen de hilo conductor para plasmar en estas páginas un análisis profundo sobre la historia de la literatura desde el punto de vista de las mujeres.

Creo que puedo considerar mi primera incursión en las letras de Virginia Woolf todo un éxito. Hace mucho tiempo que quería leer algo suyo y me alegro de haberle dado la oportunidad ahora y no antes, porque soy de las que considera que cada libro tiene su momento adecuado. 

Debo reconocer que las primeras páginas se me hicieron un poco pesadas de leer. La introducción hacia los temas sobre los que quiere hacer reflexionar a las estudiantes de la conferencia y a nosotras, se hace de rogar, y las primeras páginas se me hicieron un tanto arduas. También creo que fue, en parte, porque tenía que acostumbrarme al estilo de escribir de la autora, algo completamente nuevo para mi.

Pero superado este primer bache, te encuentras ante un ensayo que nos hace reflexionar sobre el papel de la mujer en la literatura y en la escritura desde un punto de vista que, aún en la actualidad, no me habría planteado. Quizá ahora no resulta tan relevante como en el momento en el que se dio esta conferencia, un momento en el que las mujeres empezaban a llenar las aulas de las universidades, un momento en el que las mujeres decidían dedicarse a algo más que pasar el tiempo sentadas en casa. Y entiendo que en aquel momento produjese un gran impacto.

Desde el punto de vista actual, la obra no pierde su interés ni su reflexión debe ser desestimada. El ensayo debe verse como una prueba, un testimonio de lo duro que fue para las mujeres abrirse camino en cualquier profesión, incluso en la de la escritura. Un testimonio de las situaciones a las que se enfrentaban las mujeres si querían dedicarse a escribir. ¿Cómo fue posible que Jane Austen, una mujer, escribiese aquellas obras? No disponían de una habitación o estudio propio, ni era independiente económicamente. Debía hacerlo, quizá, en la salita de estar, donde las damas recibían visitas o hacían sus labores.

Este es uno de los innumerables pensamientos sobre los que se hace eco la autora y que me dejaron completamente impactada. Por eso, no voy a hacer otra cosa sino recomendaros encarecidamente que leáis este ensayo. Que le deis una oportunidad de sorprenderos, de hacer pensar en aquellas cosas en las que no os habías detenido. Que os abra un poco los ojos, y mucho la mente. Espero que le deis la oportunidad que se merece.