Reflexiones incendiarias #1: te sigo, me sigues

¡Buenos días!

Esto de llevar un blog es una cosa seria, pero yo todavía tengo que aprender a organizarme. Sino, sucede lo que acaba de pasar: que escribo la entrada a última hora del día anterior, o del mismo día. Como hoy es el caso. Aunque tengo que decir que me ha venido de perlas porque estas dos últimas semanas, he visto un par de comportamientos que no me han gustado. Por eso la entrada de hoy, es una reflexión.

 

He visto como una persona le daba al botón de seguidor, me dejaba un comentario y, al día siguiente, tras responderle el comentario y ver que no le había devuelto el follow, me dejaba de seguir. Es algo que si sabía que pasaba en las redes sociales, como por ejemplo, Twitter, pero que no se me había ocurrido que también ocurría en los blogs. Si sigues un blog es porque quieres, porque te interesa lo que te aporta y lo que te cuenta, no por segundas intenciones. Al menos eso entiendo yo. El administrador de un blog sabe cuando llegan nuevos seguidores, sabe cuándo hay nuevos comentarios. Y, con la curiosidad innata que creo, tiene cualquier persona, pinchará sobre el nick de ese usuario y verá tu perfil. Y en ese perfil, a no ser que seas un descuidado, aparece la dirección de tu blog.

El administrador de ese blog ya sabe que tiene que hacer si quiere visitar tu propio espacio y que hacer si quiere ser seguidor. Pero no entiendo esa idea de la reciprocidad. No a todos nos gustan los mismos libros y no todos los blogs tienen el mismo contenido. En mi caso siempre voy a dar prioridad a blogs en el que se hable de fantasía, clásicos, poesía o libros de editoriales independientes. Si no te gusta no me sigas. Si me gusta tu blog, te seguiré, no importa si tu me sigues o no. Pero esa idea mercantilista, ¿de qué te sirve? ¿Para qué te has creado realmente un blog' ¿Para tener seguidores? ¿Y para que los quieres? ¿Acaso tienes algo que demostrar? ¿O es que te van los libros gratis?

Mi intención al abrir un blog fue el compartir mis lecturas y recibir un feedback de esas personas. ¿Me entusiasma ver un nuevo seguidor? Si, por supuesto que si. Me lo curro cada día para sacar tiempo para escribir, para hacer contenido que a mi me gusta y que, espero, a mis seguidores también les guste. Si no te gusta mi contenido, no me sigas. 

Me molesta mucho la idea de que solo porque seas seguidor mío, creas que ya te voy a seguir. El hacer crecer un blog no es cosa de una semana ni de dos. Es cosa de trabajo y esfuerzo. Es cosa de ir a otros blogs y leer las entradas nuevas que tienen cada día, interactuar, demostrar que, al igual que ellos se molestan en hacer un trabajo -que si, les gusta, pero es un trabajo y requiere un tiempo que no se recupera-,, tu te molestas en leer su entrada y comentar. Aunque sea una frase, pero algo con propiedad, que demuestre que te interesa lo que ha escrito. Si no te interesa, mejor no comentes. Si no tienes nada que aportar, no digas nada. Ya habrá otros momentos. 

Relacionado con lo que acabo de decir, el otro día me dejaron un comentario tipo "No me interesa este libro. Gracias" y ya está. Y lo único que tengo ganas de responder es que para eso, no me escriba nada. Para recibir un comentario así, que no escriba, porque ni sé que responderle, ni sé siquiera si lo merece. Me encanta que la gente me deje comentarios, pero comentarios que pueda contestar, en los que pueda haber una discusión, un intercambio de opiniones. Si no vas a aportar nada interesante, no comentes en la entrada, que no va a pasar nada, ningún hada morirá por ello. 

Y por favor, no pongas un link a tu blog en el comentario. En mi caso, ese tipo de comentarios son automáticamente descartados y ten por seguro, que ya no me pasaré por tu blog. Has conseguido justo el efecto contrario.  

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Hasta aquí la reflexión de hoy. Espero que os haya resultado de interés y que me comentéis si estáis de acuerdo en este tipo de cosas, cuál es vuestra política cuando os pasan cosas como estas. ¿Como actuáis? ¿Estaís de acuerdo conmigo?

¡Feliz fin de semana!